domingo, 16 de noviembre de 2014

Fotografía - Forense


Antecedentes 

El padre de la fotografía la bautizó inicialmente con el nombre de "heliografía".

Niépce obtuvo las primeras fotografías exponiendo placas metálicas a la luz de sol. Por eso al procedimiento utilizado lo llamó heliografía, del griego helios ("sol") y grafía ("escritura" o "dibujo"). El nombre definitivo de fotografía se lo debemos a Sir John F.W. Herschel, que acuñó el término en 1839.


El primer libro ilustrado con fotografías se titulaba Pencil of Nature ("El lápiz de la Naturaleza").

Fue publicado en Londres entre 1844 y 1846, en seis entregas. Su autor, Henry Fox Talbot, anunciaba en sus páginas "el inicio de un nuevo arte" y mostraba sus potenciales aplicaciones en ciencia y tecnología.


La fotografía forense nació en 1866, fundada por el escocés Allan Pinkerton.

Pinkerton, que tras mudarse a Estados Unidos se convirtió en el primer detective de Chicago, puso en práctica la fotografía criminal para reconocer a los delincuentes, disciplina que posteriormente sería llamada fotografía judicial y a la que hoy se conoce como fotografía forense. Su objetivo es mostrar detalladamente aquello que escapa a la inspección ocular.



Podríamos decir que la fotografía forense es la expresión máxima de la búsqueda de la  veracidad en la fotografía, ya que su objetivo es mostrar detalladamente aquello que escapa a  la inspección ocular. Al ser su objeto de captación escenas del crimen o detalles del cuerpo de una persona muerta, se vuelve la práctica extrema del realismo y un relato visual que complementa en forma perfecta a lo hablado o escrito.

DEFINICION: Es una valiosa técnica de extensa aplicación Criminalística. Debe cumplir con dos condiciones principales: exactitud y nitidez. Con el fin de obtener los dos requisitos es necesario utilizar un material adecuado, tanto en lo que se refiere a la totalidad del aparato fotográfico en sí, como al material fílmico, ya sea en negativos y positivos.

OBJETIVOS:

  • La fotografía forense nos permite conservar la evidencia.
  • La fotografía tiene en la actualidad un amplio campo de aplicaciones en todas las ramas de la criminalística. 
  • Su versatilidad ha permitido registrar y conocer datos que pasarían desapercibidos durante la observación, a simple vista, de personas, lugares u objetos.
  • De igual forma, sirve para complementar las descripciones escritas, como el caso de los planos realizados.
  • Es un elemento de prueba jurídica y es el elemento clave para todo equipo forense.
  • Conserva las constataciones hechas en el lugar (escena del crimen)
  • La intensión de la fotografía no debe influenciar o manipular las emociones.
  • En cada fotografía debe aparecer el número de caso y una regla graduada.
  • La fotografía puede captar detalles con una fineza que no necesariamente es captada por el ojo.



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